La producción agrícola ecológica ha experimentado un llamativo aumento en la provincia de Granada en lo últimos años, hasta alcanzar 115.274 hectáreas cultivadas (un 13 % del total de Andalucía), como se puso de manifiesto en el Encuentro Empresarial del Sector Turístico-Comercial y Agroalimentario celebrado el pasado 14 de noviembre en Órgiva, organizado por la Asociación de Desarrollo Rural de la Alpujarra.
La promoción de este tipo de cultivos supone un factor clave en el futuro económico granadino, ya que la agricultura y comercialización ecológica constituyen un sector pujante en la economía de la provincia, abarcando una amplia variedad de productos: cereales, frutos secos, olivar, pastos, hortofrutícolas, subtropicales, aceite y vinos, siendo la provincia que más bodegas (12) producen vino ecológico en Andalucía.
La consolidación de la agricultura ecológica en la Alpujarra granadina se perfila por tanto como fundamental para contribuir al desarrollo socioeconómico de la zona y al mantenimiento de un ecosistema equilibrado. Es indudable que las mejoras en la renta y en la conservación del paisaje repercutirán directa y positivamente en el turismo rural.
La delegada de la Junta de Andalucía de Agricultura y Pesca en Granada, Victoria Romero, asistió al mencionado Encuentro, cuyo objetivo es informar, estimular y establecer mecanismos de relación económica intersectorial permanente entre los empresarios de producción ecológica local y las empresas consumidoras y distribuidoras de la comarca, así como poner en valor sus productos. Romero aludió al enorme potencial de desarrollo que posee la agricultura ecológica en Granada, al existir grandes extensiones sin cultivar que reúnen condiciones óptimas para este tipo de cultivo, por no haber sido trabajadas de forma extensiva con cultivos convencionales. El sector ecológico es un 20% más rentable que el de la agricultura convencional, por lo que puede convertirse en un instrumento eficaz para mantener el relevo generacional en la agricultura con la incorporación de jóvenes agricultores, ayudando así a fijar la población en las zonas rurales.
La consolidación de la agricultura ecológica en la Alpujarra granadina se perfila por tanto como fundamental para contribuir al desarrollo socioeconómico de la zona y al mantenimiento de un ecosistema equilibrado. Es indudable que las mejoras en la renta y en la conservación del paisaje repercutirán directa y positivamente en el turismo rural.
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